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  • Antonio Miradas del Alma

Patriarcado


Cada vez más los educadores y educadoras sociales  tenemos la sensación de que las infancias y adolescencias son más violentas y provocadoras. Hablamos todas y todos de nuevos desafíos en su acompañamiento, de nuevas miradas y maneras de acompañar. Pero no es fácil ser activista en una sociedad donde el patriarcado lo cubre todo.


Son los propios infantes y adolescentes los que nos reclaman un modelo que no reconocemos. Sus identidades son nuestra realidad, y sus resistencias nuestro desafío. Cuando caemos  en sus reclamos, triunfa el patriarcado y por consecuencia nuestros actos tienen una respuesta que no deseamos, un señalamiento.


“Hace pocas semanas vine a vivir a esta residencia, todo son normas y tiempos pautados. Vengo de vivir un calvario para meterme en otro.


Mi vida es la calle, aquí estoy acorralada, no entiendo porque insisten los educadores en que esta manera de hacer tan mía no me representa.


Como en la calle aquí todos me ven con cara de asco y busco sus límites, pero me cuesta mucho, con mi familia todo me era más fácil.


Una tarde buscando ese límite vino la policía a la residencia y delante de ellos mi educador dijo que me apreciaba, que estaba en un momento de mucha soledad y que mi lugar es aquí con ellos.


No esperé esa respuesta, hice cosas malas y aún así me quieren, no pude contener mis lágrimas, por primera vez soy reconocida y me gusta lo que ven en mi.”


Antonio Argüelles, Barcelona


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