top of page
  • Antonio Miradas del Alma

Mi ira va en todas direcciones

La tarde empezó tediosa, no hay mucho que hacer, pero siempre tenemos algo con que distraernos.


Yo nunca he estado bien, siempre me he alterado mucho por nada y mis compañeros lo saben, ellos me buscan en tardes como las de hoy.


Es entonces cuando me siento acorralado, saben dónde hacerme daño, conocen mis debilidades, soy su distracción.


Con sus provocaciones llaman la atención de los educadores, saben que si juegan bien con sus relatos me expondrán al castigo.


Se acerca un educador y me ve alterado, mis compañeros en circulo me recriminan y yo grito mucho.


El educador intenta razonar conmigo, los demás niños siguen con sus relatos, entonces mi ira va en todas direcciones, me hierve la sangre y hago daño.


Mi acción no es gratuita, he de saber comportarme, tengo mi castigo y pido disculpas a todos por lo sucedido.


Odio los días tediosos, en días así busco la soledad en mi cuarto, no quiero ser un juego para nadie, quiero estar bien, quiero ser un niño.


Antonio Argüelles, Barcelona.



9 visualizaciones
  • Icono social LinkedIn
  • Pinterest
  • Facebook icono social
  • Twitter
  • Instagram
bottom of page