Siempre he creído que "la piscina" en verano es nuestra educadora menos valorada. Esta ahí todo el verano para mostrar en su interior a uno y al otro . Cuando uno entra en ella hay algo que le mueve a jugar o pelearse con el otro. Es un escenario donde uno no puede esconderse, está expuesto y actúa en consecuencia. Nos puede parecer a los educadores que en "la piscina" siempre hay peleas. Pero no, "la piscina" es el lugar donde los invisibles son visibles y pueden así ser reconocidos como iguales. Antonio Argüelles
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