Antonio Miradas del Alma

18 de ago de 20201 min.

"Acogido"

Actualizado: 20 de ago de 2020

El menor cuando es acogido se derrumba, cae como un muro de arena frente al mar, todo deja de tener sentido, nada es igual.

Ellos sienten que han fallado, que no han sabido. Sus ojos se les llenan de lágrimas, pero nadie puede verlas porque lloran por dentro.

En la distancia del acogimiento los tiempos transcurren a ritmos diferentes, cada menor necesita su tiempo, el suficiente para poder verse así mismo.

Verse así mismo es importante para ellos porque dejan de ser parte de otros. Se apoderan de sus riendas y galopan allí donde desean.

Cuando uno galopa deja un sendero y muestra un camino, un camino que guía a las personas más queridas, su familia.

Antonio Argüelles

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